Sabías que los seres humanos carecemos de la enzima necesaria para sintetizar la vitamina C que requiere nuestro organismo? Además, tampoco podemos almacenarla, por lo que tenemos que obtenerla a través de la dieta o aplicarla de manera tópica .
Tanto a nivel interno como externo, funciona como un potente antioxidante frente a factores externos perjudiciales, como la contaminación ambiental, el tabaco o la radiación solar. Además, estimula la producción de colágeno, una proteína clave para mantener la firmeza y elasticidad de la piel.
Incorporar vitamina C a tu rutina de cuidado de la piel es una decisión ideal para mantener un rostro terso y radiante. Su acción antioxidante protege la dermis contra los rayos solares. Es capaz de reducir la pigmentación cutánea al reducir la producción de melanina. También aporta luminosidad, reduce arrugas y recupera firmeza ya que ayuda a la piel a producir colágeno y elastina, lo que la hace más elástica y joven.
Se tolera bien en todo tipo de pieles, incluidas las sensibles, en las cantidades adecuadas, salvo cuando es muy pura o está muy concentrada porque puede producir irritación en pieles sensibles o cuperosas.
DIFERENTES FORMAS DE VITAMINA C
La vitamina C se presenta de diversas formas. La más conocida y eficaz es la vitamina C pura, conocida como ácido L-ascórbico. Es muy inestable y se oxida con mucha facilidad cuando entra en contacto con el aire o con la luz. Si quieres utilizar vitamina C pura, elige productos que aseguren su estabilidad, por ejemplo, porque vengan en ampollas monodosis. Al ser un formato de un solo uso, no hay margen para que la fórmula pierda su estabilidad
Otro inconveniente de la vitamina C pura es que requiere un pH ácido, por debajo de 3.5, para ser eficaz. Este pH tan bajo puede irritar a las pieles más sensibles.
Por todo ello, en muchas formulaciones encontramos derivados de la vitamina C, que son más estables y no dependen del pH.
A continuación te detallo algunos derivados de la vitamina C. Pueden formularse a pH de entre 4 y 6, que es menos irritante:
- Ascorbyl Palmitate
- Ascorbic Glucoside
- Magnesium Ascorbyl Phosphate
- Sodium Ascorbyl Phosphate
- Tetrahexyldecyl Ascorbate
- Ethyl Ascorbic Acid
- 3-O-Ethyl Ascorbate
- Ascorbyl Tetraisopalmitate
No es que exista una mejor o peor; solo hay que tener en cuenta cuál es la que se adapta bien a tu tipo de piel y a tus necesidades.
Qué porcentaje es mejor?
Siempre que la piel la tolere adecuadamente (en algunos casos es recomendable introducirla gradualmente, como sucede con el retinol), cuanto mayor sea la concentración de vitamina C en el producto, mayores serán sus beneficios. Lo ideal es optar por concentraciones entre el 15% y el 20%.
Si tienes piel grasa o sensible, empieza con concentraciones bajas en torno al 10% y ve aumentando conforme se acostumbre tu piel y veas como reacciona.
No es recomendable utilizar menos del 10%, pues aunque mantiene su poder antioxidante, pierde la capacidad de promover la síntesis de colágeno y elastina. La concentración que garantiza efectos sobre la piel es a partir del 12%.
Cuándo debemos aplicar la vitamina C?
Para integrar la vitamina C en tu rutina facial, lo ideal es aplicarla sobre la piel limpia y antes de la crema hidratante.
Se recomienda usarla por la mañana para aprovechar sus propiedades antioxidantes durante el día. Eso sí, es esencial aplicar después un protector solar de alto espectro para prevenir la oxidación causada por la radiación y el contacto con el aire. Utiliza la noche para usar retinoides y así tener una rutina más completa.
Con qué no debe mezclarse la vitamina C?
La vitamina C se puede combinar con otros antioxidantes como la vitamina E, el ácido ferúlico o el ácido alfa lipoico, potenciando así sus efectos. De hecho, el ácido ferúlico y la Vitamina E reactivan la acción antioxidante de la C cuando esta se oxida.
No se debería formular ni mezclar junto con alfa y beta hidroxiácidos (AHA/BHA) ya que ambos tienen acción exfoliante. Si hablamos de polihidroxiácidos (PHA), si que se pueden incluir mañana y noche con la vitamina C, siempre y cuando por el día usemos SPF.
El día que exfolies tu piel, es mejor no usar un cosmético con vitamina C pare evitar posibles irritaciones.
En el caso del retinol, yo prefiero aplicar la vitamina C por la mañana y el retinol por la noche. Evitas posibles irritaciones y además se potencia el resultado.
Si nos referimos a fórmulas más potentes, como un ácido glicólico o láctico, por ejemplo, se podrían unir, pero en una rutina de noche preferiblemente.
Respecto a la niacinamida, prefiero que no estén juntos en el mismo producto, al igual que los AHAs, porque pueden producir irritación. Sí se puede poner la vitamina C por la mañana y la niacinamida por la noche, sobre todo en pieles acneicas o muy grasas, ya que van a notar una gran mejoría.
La Vitamina C puede producir acné?
No es nada raro que, después de empezar a usar vitamina C, aparezcan brotes de acné, sobre todo en pieles grasas o mixtas.
Muchas de las fórmulas tradicionales de este activo están elaboradas con bases lipídicas para preservar su estabilidad y eficacia. Este tipo de texturas son perfectas para pieles secas o más maduras, pero no son ideales para pieles grasas o propensas al acné, ya que pueden obstruir los poros y potenciar brotes.
Por otro lado, la vitamina C produce un efecto activador de nuestra piel, ya que estimula la producción de colágeno, la renovación celular y la actividad general de la dermis. Al tener este efecto en la piel, puede desencadenarse un aumento en la producción de sebo que se nota sobretodo en las primeras semanas de uso. Las pieles grasas o con tendencia acneica pueden notar la piel más grasa de lo habitual e incluso observar la aparición de granitos.
Es un efecto temporal, pero para evitarlo, son recomendables las fórmulas creadas a partir de derivados de bases no oleosas, como las sales o los azúcares, que tienen menos probabilidades de causar brotes al ser más calmantes, no aportar aceites e irritar menos. Si además incluyen en su formulación agentes hidratantes y calmantes como el ácido hialurónico, la niacinamida o el pantenol, compensarán la actividad de la vitamina C y mantendrán la piel hidratada sin obstruir los poros.
Y tú, ya has incorporado la vitamina C a tu rutina facial?
Un besote!
Marta
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